Bayonetta

Adictivo como pocos, sencillo, completo y artísticamente bien definido, Bayonetta, 'hermano pequeño' (o grande, según se mire) de Devil May Cry, se erige como un juego de acción cargado de personalidad que llega de la mano de Platinum Games y Sega. Una aventura de acción en tercera persona donde su tremenda jugabilidad es uno de los mayores añadidos de un título sin duda diferente dentro del género.




Bajo la batuta del maestro Hideki Kamiya, lo que explica su parentesco con Devil May Cry y las distintas creaciones de la factoría Capcom, logra superar la larga sombra de su reconocida producción con un juego que supera las expectativas y que se impregna de su propia personalidad. Con un marcado regusto a series manga como Sailor Moon, en alguno de los gestos que vemos en su protagonista, a veces se nos hace extraño un hack & slash donde el personaje haga tan patente sus 'virtudes'
Argumento. Platinum Games envuelve un interesante argumento en acción pura y dura, en ocasiones incluso frenética, salpicada de frecuentes secuencias de vídeo no solo al inicio y final de cada misión, sino incluso durante los capítulos, lo que ayuda a la dramatización de la historia.
La historia sitúa a nuestro personaje en Vigrid, una ficticia ciudad de Europa donde Bayonetta se dedica a liquidar ángeles y otras criaturas celestiales que la reportarán jugosas recompensas. La dinámica: matar para hacer crecer nuestro arsenal.
Se trata de un mundo donde el infierno, el cielo y el purgatorio viven en un equilibrio sostenido por un constante enfrentamiento, y nuestra bruja está justo en medio de todo. Desde el inicio del juego se nos plantea, a través de una mirada hacia atrás, que Bayonetta pertenecía a una especie de antigua orden. Pasajes sueltos que nos dejan observar como, por alguna razón, Bayonetta vivió en un largo letargo de 500 años y desde su despertar busca una solución a sus lagunas mentales. La historia nos irá desvelando pistas de un pasado que se solucionará de forma sorprendente, y como no puede ser de otra manera, al final del juego.

Bayonetta se trata de un título más que recomendable pese a caer en numerosos clichés que ya viéramos en Devil May Cry. Uno de los pocos peros que pueden ponerse se encuentra en el doblaje. Inglés en las voces, dispone de subtítulos en castellano. Mención especial merecen los final boss, absolutamente espectaculares, gigantescos y originales, y sus golpes finales. Un juego, en definitiva, muy apetecible y que no debe extrañarnos si termina convirtiéndose en una saga.

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