Todos ganan, unos más que otros

Es lo que ocurre en todas las elecciones, que todos los partidos ganan, aunque unos más que otros. Curioso. Ni los que se pegan el batacazo, ni los que caen, ni los que restan... Pase lo que pase, la opción que defienden es siempre la ganadora. Y en caso de perder, se felicitan porque han conseguido parar el batacazo. Es el nova más. Leire Pajín nos está enseñando a unos y otros a disfrutar de otra forma de ver la política. Después de su congratulado 'acontecimiento interplanetario' por la coincidencia de Obama y Zapatero, el supuesto valor en alza del Partido Socialista se congratula por haber sabido parar su partido la caída en picado que les otorgaban las encuentas. Al menos eso dicen ellos apenas conocido que su partido perdió 700.000 votos en las urnas en detrimento de un Partido Popular que ha resultado el objetivo ganador en un país en el que el 46,91% de los que acudieron a votar respaldaron mayoritariamente a los populares.





Cuestiones nacionales aparte, Ávila ha seguido la misma tónica con no pocos flecos sobre los que reflexionar y sacar conclusiones difícilmente extrapolables por la condición europea de los comicios, cuya extrapolarizació en clave local o nacional parece en Ávila bastante complejo por las características del electorado.

Como no podía ser de otra forma, la alegría fue por barrios y quien se llevó el pato al agua fue el Partido Popular. Los conservadores arrasaron, una vez más, en una provincia y capital que es granero de voto popular. Sin embargo es significativo la pérdida de 473 votos de los populares respecto al 2004, cuando sumaron 13.437. En las presentes lograron 12.964 votos, el 57,18%.

No es la única pérdida significativa en la capital, el Partido Socialista fue el gran perdedor de la jornada tambiñen en la capital abulense, donde se entremaclaron los mensajes negativos de su presidenta provincial, Mercedes Martín, asumiendo la derrota, con la socarrona salida de tiesto de José María Burgos con un "ya nos lo esperábamos". Sus 6376 votos han supuesto 554 votos menos que en 2004, cuando sumaron 6.930 votos en una cima ascendente tras 1999.

Y en medio de este panorama surge UPyD como la tercera fuerza política en Ávila. Sus 1.573 votos han sido un importante resultado para una fuerza que aparecía por primera vez y que ha sido capaz de tomar el electorado de centro descontento con el PP y el PSOE. Llamativa situación la de la formación de Rosa Díez, que debe ser capaz de rentabilizar un éxito que no pocos ven como la flor de un día, como ya ocurriera con 'Ciudadanos'. La formación nacional se ha visto como un voto de castigo en clave europea que no parece futurible, no obstante, en las locales o nacionales al menos en la provincia abulense.

Pero si éxito ha sido el resultado de UPyD, no menor ha sido el de Izquierda Unida. La coalición se ha llevado una grata noticia y junto a la consolidación de su suelo electoral en término supralocales, la formación ha crecido. Sus 68 votos ganados no son pocos después de varios años llevándose desilusiones. Con 812 respaldos ponen freno a una caída en la que se veían arrastrados por su formación desde Madrid. Ahora deben ser capaces de sumarlos e incrementarlos en las locales, donde la formación tiene su verdadero puntal. Corroborado que UPyD no le ha restado votos, la formación respira tranquila y afronta de nuevo con ilusión los dos años que restan a las municipales.

No pocas conclusiones les restan por delante a los distintos partidos políticos, que buscarán, como siempre, sacar la mejor cara aunque lluevan 'chuzos de punta'.

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