De izquierdas a derechas en apenas 6 horas


Cuando un partido político que se dice de izquierdas no sabe distinguir su mano derecha el resultado es un espectáculo político de meridianas consecuencias mediáticas propio del 'Fiesta del Sábado Noche'. Pasen y vean, señores, porque donde 'dije digo, digo diego' y el esperpento político está servido. Parece no haber vivido el último episodio la controvertida decisión del PSOE en la tarde - noche de ayer, cuando en apenas unas horas pasó de pactar con la izquierda una subida de los impuestos a las rentas más ricas a rechazar el acuerdo. No le salían las cuentas a los socialistas, que dieron marcha atrás en una medida propia de la izquierda que, curiosamente, no se atrevió a darle su espaldarazo el que hace llamarse Partido Socialista Obrero Español.
La deriva política con la que sorprendió la cartera económica del PSOE en el día de ayer fue patente dentro de un partido en el que alguno de los pesos pesados no es que tengan dificultades para distinguir su mano derecha de la izquierda, sino que no quieren. La avanzadilla política ya trabaja en los Presupuestos Generales y la aprobación del techo de gasto para 2010 y saben que en su aprobación será indispensable contar con el apoyo de la conservadora CIU. Al precio que sea. Aun a costa de volver a relegar a condición de mera 'dama de compañía' a IU -ICV.
"Toman nota" dicen desde la coalición de izquierdas, que aspiraba a subir a los más ricos la fiscalidad, medida que asustaba dentro de las filas socialistas, que no dudaron en romper con su palabra.
Y es que la debilidad política del partido que gobierna quedó patente. Su descafeinada ideología de izquierdas tiene un precio. El que sepa poner CIU o el PNV a la hora de apoyar cualquier iniciativa parlamentaria.

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