La trama interna del PP


Cada día se enturbian más las aguas dentro de un partido que vive uno de sus momentos más convulsos. Ríen aliviados en Ferraz ante los problemas de los díscolos 'genoveses'. Día a día la trama de espionaje entre cargos públicos del Partido Popular en Madrid va calando más hondo sin conocer dónde está el punto y final de una crisis que comienza a hacer mella en la 'dama de hierro' popular. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, vive uno de sus momentos más delicados. Lejos quedó su posición de fuerza dentro de un partido que hasta hace poco, al menos la facción más dura, la veía como la gran aspirante a sustituir a un Mariano Rajoy que busca, paralizado, la salida de emergencia a la enésima crisis desde que es secretario general del partido.

Al amparo de Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy aún no ha encontrado el discurso adecuado sobre el que sostener los débiles pilares de una candidatura que pierde fuerza como la espuma. Mientras España cae en la desaceleración industrial, la crisis económica y el paro, el Partido Popular se ve incapacitado para ejercer como oposición por unos problemas internos que dejan su capacidad como alternativa en entredicho.

No saben no contestan. Siguen sin pronunciarse los máximos varones populares, que aplicándose la máxima del 'salvese quien pueda' rehuyen de un tema que cada día apunta más hacia Esperanza Aguirre. Con el agua hasta el cuello, la 'presidentísima' busca una tabla de salvación que no encuentra. Parece que su tiempo como política, salvo revés de última hora, está acabando. Lejos quedan ya sus palabras de contundencia con las que amenazaba a aquellos que lanzaron las informaciones sobre toda esta trama. Lejos queda su posición de fuerza. Lejos van quedando sus apoyos dentro de un partido que no sabe como afrontar la crisis

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