¿Por responsabilidad o por dinero?


(Viñeta publicada en El Mundo el 6 de Noviembre)

Hace apenas unos días el presidente de la Diputación Provincial y Presidente de la Caja de Ahorros de Ávila, Agustín González, se despachaba a gusto en los micrófonos sobre su posible salida de la presidencia de Caja de Ávila en el mes de julio. "Por responsabilidad" pedía alargar su mandato de julio a diciembre, manteniendo 6 meses más su presencia en la entidad abulense. Responsabilidad, según el político del Partido Popular, en un momento en el que las entidades financieras de Castilla y León discuten entre posibles fusiones o la creación, fórmula que parece la finalmente elegida, de un órgano común decisorio y consultivo para operaciones de envergadura, diversificando así posibles riesgos.

En una jornada en la que Norte de Castilla daba a conocer que "Los 102 miembros de los consejos de administración de las seis cajas de ahorro de Castilla y León, sus directores generales y sus altos ejecutivos, timoneles económicos de las entidades, se repartieron el año pasado 14,94 millones de euros" cantidad a los que hay que sumar "431.000 euros que percibieron los integrantes de las comisiones de control, cuyos miembros no forman parte de los consejos de administración" parece pues que los movimientos del político Popular están más ligados al jugoso y apetecible pastel que ofrecen las entidades financieras de la región a políticos cuyos sillón defienden con ahinco bajo la máscara de un trabajo por la ciudadanía que nunca se concreta. Los movimientos dentro del PP en las últimas fechas y el inmovilismo en otros muchos casos pueden convertir la región, y los puestos de poder, en un auténtico avispero que sólo espera ser agitado.

¿Y el ciudadano? Quizá el trasfondo de los movimientos políticos quede aparcado ante el desorbitado movimiento de cifras que manejan aquellos a los que no les afecta la crisis. Curioso que mientras declaran sus entidades en quiebra ellos se aseguran al mismo tiempo unos honorarios poco ético y morales para los tiempos que corren

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