Sin bajarse del burro

Aunque todo parece indicar que es lo apropiado, la Junta de Castilla y León sigue empeñada en mantener la salida de las escuelas infantiles a las 15,00. No importa que los padres reclamen que, por sus horarios laborales, necesitan que sea a las 13,30. No importa. Lo importante es no bajarse del burro, como cada año. La situación no es nueva. Se repite, una y otra vez, cada año, cada curso. Hasta que alguien con cordura, avanzado el año, decide que tienen razón. Nadie pone en duda que deba existir un horario mínimo que impida convertir las escuelas infantiles en la casa de los líos. Pero si su objetivo es la conciliación laboral y familiar que menos que dejar, previa solicitud, que los padres que así lo requieran se lleven a sus hijos a partir de cierta hora. Eso es conciliación laboral y familiar. Impedir a unos padres que trabajan con jornada partida que recojan a sus hijos no lo es. Desde las altas y no tan altas estancias de la Junta de Castilla y León consideran que todos los abulenses son funcionarios, ya no a efectos salariales, sino a efectos de horario, con la finalización de su jornada laboral a las 15,00. Pero no es así. Llega pues el momento de la cordura y el sentido común (por tanto, fuera políticos de este asunto) para establecer de una vez por todas un funcionamiento racional a un servicio que a día de hoy no cumple con su cometido.

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