¿Fiestas o fiestecillas?

Por mucho repetir una mentira no se convierte en verdad. El problema para el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Ávila es que su capacidad para auto convencerse parece fuera de toda duda. Lejos del sentir general, el sr. concejal del Partido Popular otea desde su despacho un ambiente festivo fuera de toda duda. Si señor, ambiente festivo...Pero el que se encargan de poner sobre la calle los ciudadanos en las casetas y poco más. Pare de contar, Sr. Cánovas, porque no hay en absoluto poco más. Alucinando el mismo con el tremendo programa festivo que ha preparado, los jóvenes alucinan por su parte viendo que en las fiestas de su ciudad deben pagar 100 euros por cuatro conciertos (gracias por traernos a Merche gratis)... Que las fiestas de tu localidad te obliguen a desembolsar esta cantidad de dinero no tiene nombre. Tal vez a él le sobre gracias a su sueldo de concejal. Al resto no. Pero si miramos más allá nos encontramos con un festival de Ávila Suena desterrado al Atrio de San Isidró, un nuevo invento para erradicar el botellón jugando a la comba en el jardín de San Vicente... ¿Hemos perdido el rumbo?

Comentarios

  1. Tranquilo Chava, al final las fiestas acabarán siendo chocolate y churros para los abuelillos y en una huida masiva y continuada de jóvenes lejos de aquí...

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