Lo que nos cuesta la política

Corren tiempos revueltos para las economías españolas, que ven con temor cómo sus bolsillos y carteras se vacían a una velocidad demasiado rápida. ¿Todos? No, más bien no. Existe, o quizá hemos creado a través de nuestro pasotismo, una nueva clase de asalariados de chaqueta y corbata que, billetera en mano, no dudan en manejar los hilos de la sociedad mientras ellos llegan sin problemas a fin de mes. Se trata de los políticos.

Recoge extraconfidencial.com esta semana en un artículo titulado "José Bono cobra todos los meses 13.856 euros sin incluir las pagas extraordinarias"... A lo largo de la noticia apunta datos como:

“Asignación constitucional idéntica para los Diputados: 3.126,52 euros”
Complementos mensuales por razón del cargo como Presidente:
Complemento miembro de Mesa: 3.605,38
Gastos de representación: 3.915,16
Gastos de libre Disposición: 3.210,08
En total, al mes, 13.856 euros. Sin contar, eso sí, con viajes gratis, dietas por ser diputado de provincias, y una pensión vitalicia.


Lejos de juzgar si los merece o no, resulta inadmisible que las personas encargadas de decidir la cuantía mínima de nuestros sueldos, el tarifazo de la luz, el índice de precios, los impuestos, si podemos pagar una vivienda, etc, vivan en un limbo económico y alejados de la sociedad. Sin embargo, lejos de tenerlo en cuenta, cuando lleguen las elecciones volveremos a coger nuetros banderines y en mítines multitudinarios comentaremos risueños al verlos "qué llano es, ¿verdad?" Con 13.856 es fácil...

"Con más de 10.000 euros al mes
resulta muy sencillo decidir los impuestos
que deben pagar los
mileuristas"

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