Soraya Sáenz de Santamaría, la foto de la discordia

'Cría cuervos y te comerán los ojos', pensarán en sus adentros Mariano Rajoy después de que nuevamente vea como le crecen los enanos por la deriva moral y mediática en la que se encuetra sometido su partido. El último quebradero de cabeza le llega de una de sus más hallegadas, Soraya Sáenz de Santamaría, que sin saberlo ni quererlo a puesto a su valedor contra la espada y la pared. 'El Mundo' ponía sobre la mesa, en su edición del viernes, una entrevista personal con la portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados. Nada del otro mundo si no hubiera sido por la foto que acompañaba el texto. La política del PP aparecía con una imagen radicalmente opuesta a la seriedad que la caracteriza, vestida con un traje de fiesta negro y descalza. Nada del otro mundo si no perteneciera al Partido Popular.
La moral ultraconservadora del nucleo duro del PP, con el abulense Acebes a la cabeza, se ha visto tambaleada y ha provocado la cólera de los 'varones' por una foto que ha escandalizado a muchos. Un problema para Mariano Rajoy, que hace ahora memoria reconoce públicamente que "nunca debimos criticar las fotos de las ministras del PSOE en el Vogue". A buenas horas... El máximo dirigente del Partido Popular, con perdón de Aznar (siempre en la sombra), se arrepiente ahora y clama públicamente por juzgar a Sáenz de Santamaría "por su labor política". No le falta razón, pero cabe ahora preguntarse por qué ellos no hicieron lo mismo en su momento.

En los últimos años, la base moral del Partido Popular han mostrado una endeblez impropia de su conservadurismo. Incapaces de mantener a raya a sus bases más moderadas, los defensores de la derecha más rancia piden la cabeza de una de sus políticas con mayor proyección. Esos mismos políticos que encabezan las manifestaciones por la familia y contra el divorcio pero que esconden bajo el canapé de su cama sonadas separaciones silenciadas ante la moral católica de sus seguidores.
Por su parte, Soraya Sáenz de Santamaría no debe ni tiene porqué dar más explicaciones que las que le exija su partido ante un debate público que han montado los cientos de tertulianos políticos que viven de debates insulsos, carentes de lógica y presididos, como en el PP, de una absoluta falta de memoria e mucha, mucha hipocresía.
¿Aguantará Mariano Rajoy el tipo?

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